martes, 27 de abril de 2010

El límite del raciocinio y el comienzo del sentir.

Varias veces escucho a la gente que critica a los demás, mediante la frase "¿Por qué no pensás un poco más las cosas? ¿No tenés dos dedos de frente?" Y yo pienso: a pesar de que haya gente que tenga mucha frente, no siempre coinciden con ser seres muy pensantes...

¿Cuánto podemos pensar algo? ¿Hasta dónde se puede usar la cabeza para resolver asuntos que no son del todo razonables? ¿Qué grado de espontaneidad se perdería, si todo el mundo pensara antes de actuar?

Ayer leí en el nick del msn de una amiga "Y por pensar tengo un millón de cicatrices" y realmente me conmovió. ¿Hasta qué punto podemos obtener beneficios del uso de la razón sin caer en el hecho de que su exceso nos lastime?

Por ejemplo: tu novio/a, marido/a, concubina/a, compañero de trabajo, etcétera, te dice "tenés un grano re poderoso en la frente..." Si uno se pone a divagar sobre por qué te dice eso, puede llegar a las siguientes conclusiones:
1) De verdad tenés un grano, y es enorme
2) Te lo dice por venganza, porque a él/ella le salieron 7 y a vos ninguno, entonces te tiene que hacer parte de su miseria
3) De verdad tenés un grano, y te lo dice porque te quiere
4) No estás seguro de tener un grano pero confiás en lo que te dice
5) No estás seguro de tener un grano, y encima le decís "naaaaaaaah" y vas a mirarte al espejo (lo que demuestra que no confiás)

Lo más triste, es que mientras pensamos todo esto, si el grano está, aún sigue, y si no está, perdimos un valioso tiempo que podríamos haber minimizado pasando el dedo por el lugar indicado.

Sé que el asunto del grano es un concepto algo deforme, pero es lo que mejor se ajusta a lo que quiero decir: hay cosas que podés ponerte a pensar, y cosas que no

2 comentarios:

  1. Igual si alguien dice "porque no pensas un poco más las cosas", está comunicando directamente que en su visión de las cosas no coincide con vos, y que la razón del desacuerdo es que esa persona "ve las cosas de la manera correcta" y el otro no.
    Y acá entramos en la cuestión del relativismo...
    Básicamente vuelvo a comentar parecido a lo que comenté antes.... depende de uno. Yo prefiero "elegir" que pensar, por más que a veces roce con la negación. Y frente a este tipo de conflictos, mejor no dar mucha vuelta. Prefiero decir "bueno, como quieras" (y adentro de mi cabeza suena la voz "yo sigo pensando igual, ja!!!".

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  2. A veces, un compañero de trabajo implica mucho mas que lo que suena... muchas veces terminan siendo amigos, mas que compañeros... y creo que a veces, por mas que no se de una amistad, uno puede ser mas que un simple compañero de trabajo...
    Y como dice Frank, a mi tambien me sucede, hay veces que es preferible decir: "OK", y por dentro pensar: "Matate boludo y no me rompas las pelotas".

    Saludos!
    =) <- Happy Face!

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