viernes, 1 de enero de 2010

El insulto más duro

A lo largo de mis 23 años, casi 24, he sido acreedor de un sinnúmero de insultos, deseos de prosperidad adversa, y demás. Todos más o menos parecidos, menos uno.

El que más dolió, fue "gordo". En ocasiones solo, en ocasiones acompañado de recordatorios hacia los miembros de mi familia. Y hago una aclaración: "gordo" no es un insulto si uno utiliza dicha palabra con el fin que fue creado, pero sí se transforma en un insulto cuando se utiliza para descalificar.

Que poca imaginación tiene la gente al insultar... Y con esa paupérrima imaginación, cuánto daño hace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario