martes, 23 de noviembre de 2010

Reordenando pensamientos.

Semana hábil que comienza luego de un feriado debutante.

Hace un rato que llegué y no sé que pensar primero. ¿En el trabajo? ¿En la universidad? ¿En la familia?

Ubiquémosnos en tiempo y espacio: una oficina. No muy amplia ni cómoda, ni siquiera personal. 9:18. Y me enteré que trajeron una máquina nueva que ofrecerá café decente.

Cuando tengo mucho para hacer, me siento amedrentado, acosado. Y las tres o cuatro neuronas que me quedan sanas en lugar de alinearse tienden a hacer una coreografía de estilo libre.

Un ovillo de hilo de pizza, lleno de nudos, y enroscado en una caña que alguna vez fue barrilete. ¿Alguien me ayuda a encontrar la punta?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Costo cero

¿Vieron que barato sale decir estupideces? Independientemente del medio, ya sea escrito, la televisión, la radio, o la vereda misma. Siempre hay quienes se sienten capaces de mansillar la libertad de prensa sin pudor alguno.

Cientos de profesionales resisten el diario ataque de los "opinólogos populares". Gente que, sin ton ni son, y además sin un hilván que les sujete las neuronas, dice cuanto quiere, sin importar si es ofensivo, correcto, incorrecto, o sin siquiera chequear la veracidad de lo que afirma.

-¿Qué te parece? ¿Lloverá?
-Y hay mucho viento, capaz limpia y no pasa nada... Pero ojo, hace mucho que no llueve, vendría bien. Capaz refresca un poquito, y después sale el sol.

Y sí, algo tiene que pasar. De repente todos somos meteorólogos, políticos, futuristas, modistos, analistas deportivos, chimenteros de espectáculos, excéntricos pensadores...

No somos nada. Acostúmbrense...