martes, 3 de noviembre de 2009

No traten porque no sirve

Siempre me pregunté por qué había resultado desde mis primeros años un tipo sensible, con la capacidad de mirar algo que todos ven, y observar algo completamente diferente. Y esa pregunta, esa incógnita, esa virtud si se prefiere, la planteé en su momento y lo sigo haciendo hasta el día de hoy a través del papel.

Porque yo puedo ver ojos, e identificar una mentira. Porque puedo ver actitudes, y predecir comportamientos o decisiones. Porque puedo mirarte a vos, sí, a vos, y hacerte sentir alguien distinto, simplemente considerando aspectos que otros no perciben.

Por supuesto no me considero ninguna especie de superhéroe, o algo por el estilo, y sé que habrá muchas personas que cuando lean el párrafo anterior digan "yo también puedo hacer eso". Entonces, los invito a fomentar esa capacidad extra que tienen, a transmitirla y a transcribirla, a mostrarla y disfrutarla.

Lo que no hay que hacer es abusar. Porque cuando uno tiene por trabajo el desempeño de su virtud, se complica. Sin temor a equivocarme, y más allá de no considerarme un "escritor" con todas las letras, supongo que cuando uno tiene que escribir por obligación, por necesidad, para ganarse la vida, no es cuando obtiene sus mejores trabajos. Quizás por la presión, se limita el fluir de las palabras o los sentimientos. Lo que era etéreo pasa a ser puro, el candil abandonado pasa a ser una vela, y el horizonte una línea. Ëste, querido escritor amigo, es el comienzo de su fin.

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