lunes, 8 de septiembre de 2014

Mural

Si tu vida fuese un mural, ¿qué pintarías en él? Vieja pregunta que acecha mi mente hace un largo tiempo, y amenaza con pasearse en el inconsciente indeterminadamente...

Comprenderás que como todo amante de la literatura (y novato de la escritura) no es una de mis grandes virtudes la paciencia. Y menos aún si se trata del mural.

Como primera instancia, aunque tuvieras a tu disposición una infinita paleta de colores, tu primer muestra de valor sería tomar el pincel. Todos podemos pintar, mas sentir la oportunidad de crear justo en tus manos, suele ser el gran desafío. ¿Cuántos tendrán el coraje de ser los artistas de su propio destino? Quizás te excedas en colores y garabatos, y aún así no logres pintar. Quizás con sólo uno, y no más de dos palabras, sea suficiente para mostrar tu sencillez y humildad.
Si mi vida fuese un mural, yo pintaría un libro. Un libro para mi es un deseo. La forma de mostrarle al mundo lo que quiero, y mejor aún, quien soy. A su lado plasmaría un árbol, frondoso, con tantas ramas como actitudes, con tantos brotes como ideas.

¿Por qué no pintar una escalera al cielo, donde cada peldaño sea un hito y ser solidario el horizonte? Simplemente porque siento que no podrías hacerlo solo. ¿Queda cobre en tu paleta? Necesitas pintar a tu mascota, para modelar tu compañía... Tal vez decidas pintar una pequeña huella en cada escalón, y así asegures que tus padres están contigo. Tal vez el cielo hacia donde la escalera conduce esté plagado de estrellas, una por cada ser querido que necesites.

Una cueva tenebrosa, de perspectivas lúgubres y escabrosas, dejarían constancia de tus miedos. Un bote de un solo remo sería la escena ideal para tus objetivos. Intrincados, muchas veces confusos y prácticamente inalcanzables. Eso sí: no olvides luego, en algún lugar lejano de tu mural, pintar el otro remo...

Aquí tienes una brocha. ¿Te atreves a pintar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario