jueves, 15 de junio de 2017

Objetivos


Motivación disfrazada como objetivos. ¿Qué motiva a cada persona a ser como es, o mejor aún, a actuar como actúa? Viejo devanado de sesos que existe desde el comienzo mismo de la historia. Justificante de actividades, de políticas, o de decisiones (en ocasiones de propósito dudoso y extremadamente invasivas) de las áreas de Capital Humano de las empresas.

En distintos órdenes de la vida, perseguimos un objetivo. En el libro de sinónimos podemos encontrar meta, fin, propósito, mandato, conclusión, logro, mérito, y otras variantes más del mismo vocablo. Los hay de variadas dimensiones y plazos. Los hay onerosos y gratuitos. Los hay también ambiciosos y simples. En resumen, nuestra estancia en el mundo de los vivos se traduce en ir saltando entre las rocas que suponen aquello que creemos que es fundamento suficiente para invertir un esfuerzo.

Sin embargo, a veces la persecución resulta más divertida o adrenalínica (si se me permite el término) que el logro del objetivo en sí. La pregunta más difícil de responder luego es: ¿y ahora qué? Hay quienes perciben la obtención como un potenciador, y como contrapartida existen aquellos que caen en cuenta de que no hay más por qué luchar.

En mi opinión, más cerca estaremos de cumplirlo cuando menos tiempo pasemos pensando en ello. Si enfocamos nuestros recursos y capacidades hacia ese horizonte, quizás en derredor ocurran otros hechos, aparezcan otras personas, se manifiesten otros sentimientos, los cuales menospreciaremos e ignoraremos por no ser dignos de nuestro objetivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario