Estaré metiéndome en aguas peligrosas?Una historia con final impredecible. ¿O no tanto?
Al mejor estilo Spaghetito, hice un post sin post, para que cada uno comente lo que quiera, cuando quiera.
No me defrauden...
viernes, 3 de abril de 2009
Navegando hacia los mares de tu encuentro...
Estaré metiéndome en aguas peligrosas?Una historia con final impredecible. ¿O no tanto?
Al mejor estilo Spaghetito, hice un post sin post, para que cada uno comente lo que quiera, cuando quiera.
No me defrauden...
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Si enamorarse fuese tan simple nadie sufriria de amor...creo que el problema es cuando dejamos de sentir para empezar a pensar, ahi es cuando todo se vuelve oscuro, muchas veces por miedo a estar solo para siempre o por un rato no tomamos las decisiones correctas y estiramos sufrimientos de manera infinita, y tambien al reves, muchas veces por miedo a lo que pueda pasar con una relacion nueva, con una posibilidad nueva de estar bien, feliz, no nos animamos a dar ese gran salto y nos quedamos mirando desde la punta de la cornisa, con millones de sensaciones dando vueltas, creo que lo bueno es arriesgarse, arriesgarse a cualquier cosa que nos haga sentir mejor de lo que nos sentimos ahora. solo puedo aconsejarte que no desperdicies ninguna posibilidad de sentirte lleno.
ResponderEliminarMe quedo con la frase de Mati "...yo digo que el amor, es casi lo unico por lo que vale la pena sufrir...". Es impecable, impoluta.
ResponderEliminarY algo más: si temés avergonzarte de lo que sentís o escribís, sos un boludo. Yo escribí toda mi vida poesía. Y varias veces me topé con gente que me decía "como podés ver la belleza de las flores cuando te falta un mango para comer?"... La realidad es la realidad, y la poesía la poesía, y pueden mezclarse, fundirse, pero no deben confundirse. Lo mismo te digo a vos, defendé lo que sentís, y si alguien te lo critica, buscá que lo haga con fundamento, no criticar de una manera neuronalmente escueta.
Juli, 120% de apoyo a tu comentario. La comodidad es algo tan bonito... Pero a veces hay que sacudirla un poco para que no se convierta en vagancia. El que no arriesga no gana, dice el dicho.