Anoche, después de mucho tiempo, cumpliste una promesa. Ojo, no estoy diciendo que nunca hayas cumplido una, sino que hiciste varias, durante mucho tiempo, y eran como vacías, porque incluso antes de prometer sabías que no ibas a cumplir.
Por eso creo que significó más para vos que para mi.
Estuvo bueno despertarme para atender el teléfono, escucharte, y reirme mientras me hablabas.
Te tengo fe.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario